En Lima, la oferta de restaurantes y propuestas culinarias abarca un abanico casi interminable, desde las tradicionales cocinas criollas o regionales hasta fusiones en las que se encuentran todo tipo de influencias –china, italiana, japonesa, entre las más destacables.
Cusco es otro de los paraísos del buen comer, donde lo mismo se encuentran arriesgadas propuestas fusión, como platos tradicionales que rescatan los sabores básicos de los Andes.
Estos dos lugares anualmente reciben a millones de turistas tanto nacionales como internacionales, que además de visitar estas ciudades por sus atractivos monumentales, culturales y gastronómicos también buscan entretenerse y divertirse.
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