Una rebosante vegetación andina rodea a uno de los cañones más profundos del mundo: el Cañón del Colca, escenario perfecto tanto para deportes extremos como para el más apacible descanso, todo bajo la mirada atenta del rey de estos cielos, el cóndor.
Miradores y aguas termales; canotaje, andinismo o trekking; avistamiento del cóndor y otros animales típicos de la sierra en su hábitat natural como la alpaca, la vizcacha o el puma, es lo que ofrece este valle de privilegiado clima. El Cañón del Colca es uno de esos lugares del Perú que lo contiene todo. Y más.
Atractivos:
El mirador de la cruz del cóndor:
Este paraje privilegiado se encuentra en el distrito de Cabanaconde. Desde este mirador se puede observar las paredes y el fondo del cañón. Además, con frecuencia se puede observar el vuelo del cóndor, dado que estos están acostumbrados a la presencia humana.
Aguas termales:
Desde Caylloma hasta Canco se encuentran aguas termales con una temperatura máxima de 85 C° en la salida del manantial. Entre los más conocido de estos, son los baños termales de la Calera, que se encuentra en las cercanías de Chivay.
Flora y fauna:
El habitante más importante es más notable es el cóndor (vulturgryphus), amo de las alturas y el ave voladora de mayor tamaño en los Andes. También son dignos de mencionarse el LequeLeque (vanellusresplendens), Guallatas (Chloephagamelanoptera), Pariguanas (Phoenicoparrusandinus) y entre los mamíferos podemos mencionar al Zorro andino ó atoq, el zorrino ó añas, gatos silvestres u osjos, vicuñas, taruca, vizcacha, cuy silvestre, entre otros.
Terrazas:
Las manifestaciones culturales de los pobladores prehispánicos del valle del Colca son los andenes, que son terrazas gigantescas que cubren gran parte del valle. Su construcción se remonta a la época de los Collaguas y Canaguas, otras son más antiguas y otras pertenecen fueron construidas por los incas.